martes, 21 de noviembre de 2006

Recortes de un vuelo

A veces salen unos días en los que se te hace difícil bajarte del ULM. Buena temperatura, atmósfera en calma y con buena densidad... "voy a dar una vueltecilla". Cargas los depósitos y sales sin destino concreto...

"Voy a rodear Palma del Río". La muralla almohade de Palma del Río a vista de pájaro es una visión espectacular. Se dibuja el contorno perfectamente y a tanta distancia no se aprecia su deterioro. La torre de la Asunción se eleva con cierta gracia, como diciendo "aquí estoy yo".

"Pues ya que estoy de visita aerocultural sigo un poco más y me voy a ver el castillo de Almodovar"... Como es muy buena costumbre llevar los depósitos de gasolina siempre lo más llenos posible, pues no hay mucha prisa por volver. A ver dónde llegamos ahora.

A veces da lástima no vivir en el circulo polar y tener días de 24 horas. Pero claro, ¿quién se tira despues séis meses sin volar ni un ratito? Mejor nos quedamos como estamos.

"¿La cabeza del Indio? Dios! estoy en Antequera!!". Te entusiasmas y luego pasa lo que pasa... No, no es que una racha de viento te pueda desplazar tantos kilómetros así como así. Un viaje de este calibre ha de estar bien planificado. Pero vaya, ahí está el indio tendido como si la cosa no fuera con él.
El sol se va hacia es Oeste. ¿Tengo combustible para volver? ¿Sí? Pues sin prisas, que la tarde podría estar igual, pero no mejor. Qué relax... El camino de regreso siempre se hace más corto que el de ida ¿por qué será? A ver dónde acabamos en el próximo vuelo. Esto no tiene precio.